El eclipse es un instante en el que se unen la luz y la oscuridad. Puede entenderse como el cruce de opuestos pero también como la unión complementaria de estos. El ying y el yang de los orientales; lo bueno y lo malo de los indios americanos; el cielo y la tierra de los primitivos maoríes... O lo cóncavo y convexo con lo que soñamos. Instantáneas de un mundo perdido, utopías, logros y fracasos, dialogan en estas historias mínimas de esperanzas grandes.

jueves, 27 de mayo de 2010

Halloween anticipado


Era una noche fresca pero auspiciosa. La tranquilidad iba acompañada de un sopor y humedad. Entrenaba en bicicleta mientras no podía dejar de pensar en ella. Entonces decidí ir hasta su casa y sorprenderla con un chocolate, para que matizara un día difícil.
Se sorprendió al verme. Le dí el dulce recado y ella lo agradeció con dos cálidos besos en mi mejilla fría.
Minutos después me dijo que debía entender que no era lindo ni ella gustaba de mí. Le pedí que se quedara tranquila. Que el chocolate se lo dí por mí. Le sugerí que hiciera de cuenta que se había adelantado Halloween y que un niño había molestado en su puerta esa noche húmeda. Y ella había pagado con sus besos la dulzura recibida. Nada debía entonces. Y ningún hombre había pasado por su casa esa noche.
Llegué a casa y guardé cabeza gacha la bicicleta de deporte. Miré un espejo con desdén. Exalé una bocanada de aire y levanté las cejas. Elevé la mirada al cielo brumoso. Se venía la lluvia.

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