El eclipse es un instante en el que se unen la luz y la oscuridad. Puede entenderse como el cruce de opuestos pero también como la unión complementaria de estos. El ying y el yang de los orientales; lo bueno y lo malo de los indios americanos; el cielo y la tierra de los primitivos maoríes... O lo cóncavo y convexo con lo que soñamos. Instantáneas de un mundo perdido, utopías, logros y fracasos, dialogan en estas historias mínimas de esperanzas grandes.

jueves, 29 de julio de 2010

Miedos ocultos

Entre resabios de ignorancia y atisbos de saber
Voy hacia ti a tientas como el ciego por la acera.
Aunque maldigo aquella hora en que te conocí
Pues terminé preso de tus deseos y sueños
No reniego ni me arrepiento en modo alguno
Ya que las horas de mi destino en ciernes
Se repartían en la libertad de mis miedos
Que hoy duermen como niño en tu regazo
Y espero no despierten como pesadillas.

lunes, 26 de julio de 2010

Pasión de invierno


Los tendones de tu cuello y manos
son poleas que arrastran al placer
a mi alma plagada de tantas dudas
a mi boca reseca de cerveza amarga
y mis manos ávidas de un sueño.
Las brazas de la hoguera crepitan
como tus cuerdas vocales jadean;
afuera los árboles van en danza
con el vals silbado por el viento.
Adentro nuestros cuerpos hacen uno
tan descarnado como el invierno
que trunca vidas y apura la muerte
con estertores fugaces y etéreos
como el preámbulo de de tu orgasmo.

martes, 20 de julio de 2010

Qué hubiera sido

No hay amanecer en que no piense
Qué hubiera sido la dulce rutina
De despertar contigo en mi lecho.
Tu cutis de losa apenas sembrado
Con surcos del bello de mi pecho
Y tus ojos alumbrándome el día.
Pero tú elegiste otros caminos
Con menos piedras que el mío
Y espinas más fáciles de quitar.
Como quien saca un estorbo
O cubre un espacio en la pared
Encenderás tus sábanas frías
Y obstinado en mi insistencia
Pienso qué habría sido tu vida
Si tú amanecieras conmigo.

lunes, 19 de julio de 2010

¿Desde cuándo que un juez no cumpla la ley es una opción?




Ya van dos casos y vendrán más. Por una sencilla razón. Gran parte de los jueces argentinos son de familias patricias y tradicionalmente católicas. Y no aceptan que ellos y otros tantos reaccionarios “la tienen adentro”. Que un día los gays y lesbianas dejaron de ser objeto de estudio y estigmatización para ser sujetos de derecho. Matrimonio igualitario. ¡Cómo les duele!

Parece que muchos jueces actúan como lo hacían los delegados de la corona española en el virreinato de La Plata en la época de la colonia. Cuando había una medida europea que no los convencía, ya sea política o impositiva, tenían una postura tácita que se resumía en el apotegma “se acepta pero no se cumple”.

Es así como, primero en La Pampa y después Entre Ríos, aparecieron los hidalgos voceros jurídicos del “orden natural” que pregona la Iglesia y una sociedad pacata. Curiosamente, fueron una mujer y un hombre de registros civiles los que se pronunciaron en contra de cumplir con la nueva ley; parejita ideal en términos canónicos, macho y hembra como Dios manda, Eva y Adan como reservistas ante una sociedad enferma.

Pero hay un principio que sostiene la democracia. De nada sirve el derecho instituido en el papel o declarado en cónclaves de buenas voluntades, sino se puede consagrar en el ejercicio. Las libertades no pueden descansar en las bibliotecas ni en incisos de doble interpretación en leyes de mil artículos. Sólo existe el derecho consagrado en el ejercicio sin trabas. Y el Estado como máxima representación articulada de una sociedad debe velar por ello, con todos sus instrumentos, mecanismos y garantías.

De poco sirve la Declaración Universal de los Derechos del Niño y sus derivaciones en la Constitución si a la vuelta de la esquina aumentan los que pibes revolviendo basura. Por esto, el Estado, transversal a un orden social injusto, crea organismos, planes y programas sociales para atemperar o reparar esta situación, con éxito diverso. En el área de la seguridad ocurre algo similar.

Mientras tanto, los otros trámites de rutina que hacen a la sociedad, como los lazos de familia, uniones y desuniones, corren por otro camino, propio del procedimiento administrativo corriente del Estado. Si uno se quiso casar y después divorciar, no hubo un plan especial del Estado abocado al problema; y lo hizo como trámite corriente, sin que la situación se convirtiera en objeto de estudio nacional. Hubo empleados en un Registro Civil que tomaron los trámites, llenaron las planillas, otros en un hospital que tomaron análisis a los contrayentes y finalmente un juez o jueza que firmó los documentos y un acta matrimonial. Ninguna empleada de Registro dijo que al ver a un joven muy lindo con una muy fea no correspondía casarlos o viceversa; fue parte de charla pero no una traba explícita.

En definitiva, se trata de derechos consagrados en la rutina del procedimiento administrativo; pero claro, los cancerberos de la moral no pueden naturalizar lo “antinatural”. Pero lo que es peor, el sistema por ahora lo permite. “En mi juzgado yo no los autorizo. Pero el resto de mis empleados pueden hacerlo y los casarán. Pero no pueden obligarme a mí a traicionar mi conciencia”, dice descaradamente un juez para anticipar el rechazo a un matrimonio entre gays o lesbianas. Aguardan a que se reglamente la ley con sus respectivas sanciones a los magistrados y buscar algún resquicio; no sólo para resguardo de su conciencia sino para obligar a los interesados a recurrir a presentar un amparo judicial, reclamar y ser nuevamente objetos de estudio del sistema.

Para estos jueces, hay que estigmatizarlos aun después de que recibieron el derecho a casarse. Tal vez crear un ministerio para reencauzarlos o programas para sus derechos vulnerados. Es el castigo por ser homosexuales. Por haber elegido mal. Por ser anormales y no querer corregirse fingiendo lo que no son, casándose con quien no aman o teniendo hijos para redimirse. Por no aceptar a vivir como los “Amores imposibles” que canta Ismael Serrano.

¿Desde cuando cumplir la ley es una opción?


(Artículo publicado en el sitio www.infosigma.com.ar)

domingo, 18 de julio de 2010

Caminos


Está bien lo nuestro no pudo ser. Fue una flor que se quedó en pimpollo. La seda en capullo. La esperanza por hacer. Los sueños por cumplir o resignar. Se quedó pendiente como la justicia en el patíbulo. Pero a la vez tan eterno como la injusticia en las calles.
Por eso hoy soy cuerpo a la deriva sobre olas de mil sábanas; alma en pena por un ideal trunco; corazón que pendula en puertos sin amarra; alas de libertad agotándose buscando nada; mariposa zigzagueando en el aire sobre el fuego; la mirada inquisidora frente al espejo en las mañanas; los ojos cansinos sobre mis zapatos pesados en el atardecer; y los párpados dando el requiem en cada noche.
Si un día me ves por la calle crúzate de vereda. No soportaré ver que feliz concretaste lo pendiente. Mientras yo olvidé el camino que empezamos. Tú encontraste la fuerza y yo la resigné. En mis bolsillos vacíos guardo cuentas a pagar, una brújula rota y un verso de Neruda: “es tan corto el amor y tan largo el olvido”.

jueves, 15 de julio de 2010

Sacrificio



Comienza el atardecer. Las luces de neón son única custodia de abandonos, arrepentimientos e injusticias. Un niño tirita en el pórtico de un banco. Entre cajas de cartones desgarradas, basura y ropa en desuso está como si jugara a las escondidas. Pero en este juego nadie lo descubre; todos lo ignoran.. .Y la cuenta de sus rostro oculto entre manos sucias parece no terminar; como los sueños de otro mundo posible.
Cerca de esa escena, un local de electrodomésticos promociona lo último para estar “conectados con el mundo” y “saber todo al instante”. Hay que estar en Facebook, estar pendiente de Tweeter, tener nombres de preferencia registrados en alertas en Google y Youtube, saber lo que pasa en Netlog o Badoo, y no olvidarse de revisar Hi5 y de pasada el Metroflog. Hasta el gobierno también rinde tributo a las nuevas tecnologías de información.
De vuelta en el banco, la bandera nacional de la entrada flamea como vigía de la ignominia. El niño no sabe del Face, los microbloguin y películas en 1080p, y no conoce otra alerta que la de su panza y sus manos moradas en el tiempo que no pasa. Tal vez un día la insignia patria le dé un pésame. Y tal vez a pocos le importe. Total pasó a pocas cuadras y está la autopista de Internet para viajar a otro lado. Otro sacrificio en el altar de las representaciones simbólicas creadas para huir del mundo real.

lunes, 12 de julio de 2010

El tren del amor



El tren del amor pasa por la estación de la soledad muy pocas veces. Lo malo es que no tiene horarios ni tiempos de espera. Puede ser el día de sol más extenuante, la madrugada de invierno más crudo o el otoño en que los pies anuncian el paso rompiendo hojas secas.

El tren del amor no hace ruido al pasar. Ni siquiera deja una estela de humo al pasar por los campos. Marcha inadvertido para casi todos. Su casi inaudible chirriar sobre las vías es escuchado sólo por las almas dolientes, cansadas de caminar sólo con su sombra al costado de los durmientes de quebracho sepultados entre los pastizales.

El tren del amor no requiere pasaje para subir. En las puertas de entrada no hay control. Sólo hay espejos en los que se refleja el alma de las personas; si en ellas no hay mentira, pasan a ubicarse…..a descansar en las butacas tan viejas como confortables, como el sillón de una abuela.

Para lograr subir al tren del amor, hay que estar en la estación de la soledad sin miedo al paso del tiempo. Amigarse del almanaque. Cultivar la paciencia como la niña que borda caracoles en la ropa.
El día menos esperado, el tic tac de las agujas del reloj será apenas tapado por una vieja bocina y el chirriar sobre los rieles.

Entre la bruma y el humo, me acercaré a tientas a la puerta de un vagón. Miraré el espejo sin miedo y pasaré. Y ahí, en un asiento de estopa aplastada, la encontraré a ella. Sorprendida, me preguntará cómo llegué a ella. Y le responderé quedamente: “Sólo esperé el tren, como esperé tus besos este tiempo”.

viernes, 9 de julio de 2010

Ciencia y amor



Los dentistas corrigen y protegen las piezas; pero no devuelven las sonrisas perdidas.
Los oculistas saben mucho de afecciones en los ojos; pero no investigan las miradas felices por entregas ni las enfermas por mentiras.
Los dermatólogos saben cómo hacer suave la piel; pero no reparan en por qué, cómo y cuándo se eriza.
Los coifeurs garantizan con productos importados que los pelos corran sin problema entre los dientes de cepillos; pero no saben cómo germina el pelo enredado entre los dedos en noches de placer.
Ninguno de ellos puede explicar con la ciencia lo que en el cuerpo sólo hace el amor.
A brindar por las sonrisas simples y despreocupadas, las miradas sinceras, la piel erizada por caricias y cabelleras enredadas como lenguas en gemidos de madrugada.

miércoles, 7 de julio de 2010

La tregua


Te tuve arrodillada en derrota. Mis labios blandían la espada del abandono. Tu pecho con taquicardia esperaba la sentencia. Pero tus ojos castigados por mil batallas no rogaban piedad. Tus parpados ajados con los lagrimales de noches sin dormir custodiaban tus pupilas verdes, que esperaban el fusilamiento en el patíbulo de la cama.
Iba a jalar el gatillo del adiós. Despedir tus sangrantes ojos. Dejar tus cansadas manos en lucha. Pero tu furia seguía altiva. Firme como nuestras soledades. Comprendí que no era indispensable en tu vida. Que no debo rescatarte de ningún naufragio. Que tal vez ya estás ahogada, como lo estoy yo.
Ya enfundé el arma. Bajé la guardia. Te abracé en señal de tregua. Y tendí un puente de plata entre nuestros labios. En el desierto de tu vientre hay mariposas de primavera. Y en la llanura de mi espalda tus uñas labran huellas de placer.

domingo, 4 de julio de 2010

Ser lo que no se es



Luego de varias charlas, flirteos y algo más que el tiempo y el lugar permitió, ella me miró, tomó aire y afirmó con tono analítico. “Es raro. Vos sos todo buenito, tierno, con tu vida tranquila, tu trabajo, tus libros, paseos en plazas. Y él es mujeriego, ofrece una mala vida, sin garantías, sufrimiento. Y yo ahora estoy con vos porque me hace bien esto. Pero debo reconocer que es como que sabe a poco. Porque a las mujeres nos gusta eso de sufrir, de pelear por el tipo. Además, tal vez estés conmigo porque se cruzaron nuestros caminos y no buscás más. Pero con él, sería que me elige entre otras, y hay que pelear la relación, eso te da algo especial”.
La escuché con actitud filosófica y sólo le respondí un “entiendo” a secas. Pero mentalmente las palabras de esa mujer eran un disparador de reflexiones sobre algunas peculiaridades del género femenino, más allá de que se podieran generalizar o simplemente tomar como una más de las historias patológicas del catálogo de affaires.
Sea lo que sea, la afirmación de la dama lejos de darme precisiones me despertó interrogantes por doquier.
Así las cosas, concluí que en las mujeres hay un deseo de competencia con sus pares, que a la hora de armar pareja se suele traducir en un deseo de lucha para saberse “elegidas” o “deseadas”, y si esto no ocurre se sienten como Eva al lado de Adan, unidas por lo inevitable y no por lo indescrifrable e irrepetible del amor. Esto estaría más o menos aceptado si no plantearan como requisito la dosis de sufrimiento y dramatismo a la pareja, que erosione la seguridad para garantizarse cualquier cosa menos rutina.
Entonces, dónde nos ubicamos quienes tenemos una vida tranquila, entre charlas de amigos unidas por cerveza en bares baratos, y en la casa repartimos el tiempo entre los documentales, libros, películas malas, noticias más malas aún y poesías impublicables?
Tal vez la próxima vez, ya conociendo los bueyes con los que aran algunas mujeres, uno se vuelva un poco esquizofrénico. Y cuente una doble vida que no tiene. Asuma la autoría de corazones destrozados sin más motivos que el tener un agujero más en el cinturón. Dé cuenta de frivolidad antes, durante y después de hacer el amor con una persona; pues al fin y al cabo le explicamos que se trató de mutuos favores en la coyuntura de una noche. Cuente que el teléfono celular actual es el quinto en menos de un año para evitar que nos ubiquen amigos y familiares de ex parejas enfermas por nuestra culpa. Y hasta le pidamos que por favor ni se le ocurra hablar de hijos futuros con la relación que empezamos, y si ya los tiene de anteriores parejas menos interesa aún. Y desde ya le dejaremos en claro que no resignaremos el fútbol de los jueves y el del sábado con amigos y ver los partidos del torneo local del domingo, obviamente sin ella al lado pues es insoportable explicar la ley del offside y la diferencia entre faltas tácticas y defensivas.
En definitiva, tal vez haya que inventar un mundo sórdido para disfrazar con leyendas negras la somnífera tranquilidad rosa que "sabe a poco". El problema es que condimentaremos con pimienta a un plato dulce. Y el amor no será el mismo.

viernes, 2 de julio de 2010

Tú lo decidiste

Cada elección es resignación
tomada a veces en confusión
o con algún trasfondo de dolor
pero con la convicción del adiós.
Si me fui de tu lado esa noche
fue por la sentencia inapelable
de tu boca rogando sus labios
y de tu cuerpo en fértil espera
como la tierra anhela el arado.
Hoy mitigo el frío de la soledad
sólo con el calor de la fiebre
que me visita en este invierno.
Tu lamento será cruel condena
y la necedad mi fiel castigo
pues me fui de tu sombra
porque eso tú decidiste
pero no te fuiste de mí
pues aún espero por tí.