El eclipse es un instante en el que se unen la luz y la oscuridad. Puede entenderse como el cruce de opuestos pero también como la unión complementaria de estos. El ying y el yang de los orientales; lo bueno y lo malo de los indios americanos; el cielo y la tierra de los primitivos maoríes... O lo cóncavo y convexo con lo que soñamos. Instantáneas de un mundo perdido, utopías, logros y fracasos, dialogan en estas historias mínimas de esperanzas grandes.

martes, 1 de junio de 2010

Juego y batalla




Me gusta escuchar tu halo de voz
ya sin fuerzas en la madrugada
aunque más no sea en un teléfono
con mil excusas para no cortar
y las disculpas por molestarte.
En esta guerra todo es desigual
pero no evitaré ni una batalla
aunque me espere la derrota
agazapada en tus ojos negros.
Yo en mi bando estoy soñándote
y tú en el tuyo tramas volver
a un pasado tal vez sin sentido.
"El que no arriesga no gana"
dices con desafío y picardía
pero tal vez tu fina espalda
no guarde alas de angel soñado
sino puñal con filo de rechazo.
Con firme andar de pavo real
congelas miradas y bostezos
pero tu plumaje es un refugio
que esconde a la niña doliente
que tampoco quiere arriesgar
pues es mejor malo conocido
que un bueno que te enamore
si la idea es cuidarte de sufrir.
Una noche de estas las reglas
de este juego endemoniado
las cambiaré de una patada
al tablero de sendas por hacer
y no serás la niña con miedo
que emprende huida al pasado
pues habré cercado las salidas
con mis brazos a tus flancos
tras tu espalda sólo la pared
por delante una rosa de espada
y mis labios como escudo
para librar sinigual batalla
sin vencedores ni vencidos.

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