El eclipse es un instante en el que se unen la luz y la oscuridad. Puede entenderse como el cruce de opuestos pero también como la unión complementaria de estos. El ying y el yang de los orientales; lo bueno y lo malo de los indios americanos; el cielo y la tierra de los primitivos maoríes... O lo cóncavo y convexo con lo que soñamos. Instantáneas de un mundo perdido, utopías, logros y fracasos, dialogan en estas historias mínimas de esperanzas grandes.

miércoles, 23 de junio de 2010

Naufragio


Crucé el puente que recorres de noche
sumida en el vértigo de tu soledad
con el pecho lleno de tanto vacío
y manos temblorosas como hojas.
Ya nadé el mar donde naufragaste
con brazadas al aire del abandono
miradas de espanto ante la nada
y desesperación frente a lo incierto.
Ya pisé el desierto por donde vas
dejando huellas de pies y rodillas
en pos de un oasis que no existe
si no te atreves a mirar adelante.
Ya miré las estrellas de luz perdida
entre bruma espesa como lágrimas
que se coronan en tu noche eterna.
Ya viví tu taquicardia sin consuelo
ante invencibles tiempo y distancia
que abren heridas como dientes.
Tanto sé de tí corazón doliente
que puedo ver caminos a recorrer
por tu alma plagada de llagas
y predecir el arcoiris que espera
cuando la tormenta haya cesado
y otros brazos te den cobijo
y otros labios la primavera

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