El eclipse es un instante en el que se unen la luz y la oscuridad. Puede entenderse como el cruce de opuestos pero también como la unión complementaria de estos. El ying y el yang de los orientales; lo bueno y lo malo de los indios americanos; el cielo y la tierra de los primitivos maoríes... O lo cóncavo y convexo con lo que soñamos. Instantáneas de un mundo perdido, utopías, logros y fracasos, dialogan en estas historias mínimas de esperanzas grandes.

miércoles, 2 de junio de 2010

Mírame

Mírame y ódiame si quieres
Pero no esquives mis ojos
Tan ávidos de los tuyos.
Mírame y maldice tal vez
Cada momento conmigo
Pero anímate a verme
Pues soy lo que hiciste
Aunque no lo buscaste.
Bájame de los sueños
De tenerte en mis brazos
Con un no de tus pupilas
Pero que lo griten firmes
Y no en huidas a rincones.
Grítame desprecio y hastío
Graba desdén y cansancio
O hasta fría indiferencia
Pero mírame al hacerlo
Y ya no buscaré los faros
Que te guiaron hasta aquí.
Sólo un trato de propongo
Si vas a lanzar la flecha
Del rechazo hasta lo hondo
Hazlo firme y decidida
Con el arco de tus pestañas
Y ya no estaré en tu senda.

“Nunca soporté ser un alma invadida
Hasta que ví junto a mí
Por quien yo moriría”…”Flor de loto”, Héroes del silencio

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