El eclipse es un instante en el que se unen la luz y la oscuridad. Puede entenderse como el cruce de opuestos pero también como la unión complementaria de estos. El ying y el yang de los orientales; lo bueno y lo malo de los indios americanos; el cielo y la tierra de los primitivos maoríes... O lo cóncavo y convexo con lo que soñamos. Instantáneas de un mundo perdido, utopías, logros y fracasos, dialogan en estas historias mínimas de esperanzas grandes.

miércoles, 7 de julio de 2010

La tregua


Te tuve arrodillada en derrota. Mis labios blandían la espada del abandono. Tu pecho con taquicardia esperaba la sentencia. Pero tus ojos castigados por mil batallas no rogaban piedad. Tus parpados ajados con los lagrimales de noches sin dormir custodiaban tus pupilas verdes, que esperaban el fusilamiento en el patíbulo de la cama.
Iba a jalar el gatillo del adiós. Despedir tus sangrantes ojos. Dejar tus cansadas manos en lucha. Pero tu furia seguía altiva. Firme como nuestras soledades. Comprendí que no era indispensable en tu vida. Que no debo rescatarte de ningún naufragio. Que tal vez ya estás ahogada, como lo estoy yo.
Ya enfundé el arma. Bajé la guardia. Te abracé en señal de tregua. Y tendí un puente de plata entre nuestros labios. En el desierto de tu vientre hay mariposas de primavera. Y en la llanura de mi espalda tus uñas labran huellas de placer.

1 comentario:

  1. Hermosos versos...
    Maravillosa manera de acariciar las palabras para convertirlas en intensas, susurrantes y llenas de pasión...
    Siempre una tregua da lugar a una gran tempestad...

    Un besote enorme, cuídate mucho.

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