El eclipse es un instante en el que se unen la luz y la oscuridad. Puede entenderse como el cruce de opuestos pero también como la unión complementaria de estos. El ying y el yang de los orientales; lo bueno y lo malo de los indios americanos; el cielo y la tierra de los primitivos maoríes... O lo cóncavo y convexo con lo que soñamos. Instantáneas de un mundo perdido, utopías, logros y fracasos, dialogan en estas historias mínimas de esperanzas grandes.

lunes, 12 de julio de 2010

El tren del amor



El tren del amor pasa por la estación de la soledad muy pocas veces. Lo malo es que no tiene horarios ni tiempos de espera. Puede ser el día de sol más extenuante, la madrugada de invierno más crudo o el otoño en que los pies anuncian el paso rompiendo hojas secas.

El tren del amor no hace ruido al pasar. Ni siquiera deja una estela de humo al pasar por los campos. Marcha inadvertido para casi todos. Su casi inaudible chirriar sobre las vías es escuchado sólo por las almas dolientes, cansadas de caminar sólo con su sombra al costado de los durmientes de quebracho sepultados entre los pastizales.

El tren del amor no requiere pasaje para subir. En las puertas de entrada no hay control. Sólo hay espejos en los que se refleja el alma de las personas; si en ellas no hay mentira, pasan a ubicarse…..a descansar en las butacas tan viejas como confortables, como el sillón de una abuela.

Para lograr subir al tren del amor, hay que estar en la estación de la soledad sin miedo al paso del tiempo. Amigarse del almanaque. Cultivar la paciencia como la niña que borda caracoles en la ropa.
El día menos esperado, el tic tac de las agujas del reloj será apenas tapado por una vieja bocina y el chirriar sobre los rieles.

Entre la bruma y el humo, me acercaré a tientas a la puerta de un vagón. Miraré el espejo sin miedo y pasaré. Y ahí, en un asiento de estopa aplastada, la encontraré a ella. Sorprendida, me preguntará cómo llegué a ella. Y le responderé quedamente: “Sólo esperé el tren, como esperé tus besos este tiempo”.

2 comentarios:

  1. Y le responderé quedamente: "Sólo esperé el tren, como espere tus besos este tiempo".
    Ay que decir es hermoso lo que escribiste. Gracias por inundar mis días con tus letras!!!

    Besotes

    Gaby♥

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  2. Gracias Gabi, es un viejo cuentito que escribí hace un tiempo. Más allá de que mi vida ha cambiado, sigo creyendo en el amor, al que uno muchas veces sin darse cuenta puede esquivar y también felizmente sin darse cuenta se choca en una esquina.
    Beso

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